Propongo un espacio donde podamos volver a ese lugar donde eramos niños que nos sorprendiamos por lo inesperado. Tan inesperada será la historia, que ni el autor de este blog sabe cual es el camino a recorrer. Todo surgirá a partir de las ideas que vayan proponiendo y la participación mediante las encuestas que se publiquen. Por favor, dejen algún mail de contacto para mantenerlos al tanto de la actualización de la historia.
sábado, 10 de julio de 2010
Episodio 1: Había una vez...
Son las 4 y poco de ese viernes bien de invierno. Estas muy relajada, caminando sola por la calle y tenés mucho frio. Vas por la vereda viendo esa gente que está durmiendo sobre los portones de los negocios cerrados. Te detenés a comprar cigarrillos y como no tienen los Lucky Strike que siempre fumas, le pedís al vendedor que te de 2 cigarrillos sueltos. Prendes 1 con el encendedor que esta colgando junto a la pequeña abertura que hay en la reja del kiosco. Seguís caminando. Una noche para el olvido dejas atrás con cada paso. No ves la hora de llegar a tu casa para estar protegida del frio y que tus sueños se lleven esos recuerdos. Entras al edificio donde vivís, llamas el ascensor y tu impaciencia te lleva a subir los 2 pisos por escalera. Abrís la puerta y te encontrás con todo revuelto. Decidís autoconvencerte de que mañana pondrás un poco de orden. Ahí es cuando te sacas la remera, también las botas y el pantalón. Quedas en ropa interior. Te lavas los dientes, te desmaquillas y sentís que te vas a desvanecer en la cama. Vas directo a la cama, te recostás y te quedas totalmente dormida. Al poco tiempo, suena el celular y decidís atender, mientras miras el reloj de pulsera. Son las 7:21 y sospechas que ese instante puede ser el mismo en el cual empiece un nuevo día tormentoso. Atendés el teléfono, preguntas quien es y una voz desconocida te dice: “Ceci, ¿cómo estás?”. Repetís tu pregunta. Él te pide disculpas por la hora y, omitiendo tu pregunta, te cuenta que no te conoce pero te vio salir con mucha tristeza de esa fiesta. Te confiesa que esa imagen le produjo una enorme angustia en el pecho por lo que decidió pedirle tu número de teléfono al dueño de la casa donde se hizo el evento, sólo para saber si habías llegado bien. “Mi nombre es Juan”, te dice inmediatamente después. Vos comenzas a desvelarte y las dudas te comienzan a surgir. No sabes si te produce miedo o ternura ese llamado. (Los lectores decidieron que Cecilia continué la conversación.)
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9 comentarios:
lele, saca la comprobación de abajo, es de pela.
Este post es batido.
Bien x la iniciativa.
Abz
La historia esta basada en hechos reales de la vida del famoso juan "g"?
Cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia.
jaja. Muy buen flash. Igual es medio loco llamar a esa hora. A ni mo daria ternura. Por las dudas aclaro que la historia no tienen ninguna coincidencia con la de Juan G. Salvo los nombres utilizados.
un poco ortiva lo mio... pero le corto...
no son horas de llamar y si está interesado, volverá a llamar durante el día...
Yo sigo, me daría intriga. (y ternura)
es el tp de escritura ese??
:P
saludos Willy Wonka!
queremos la 2da parte
Lunes o martes estará el segundo capitulo... paciencia.
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